VALENCIA

Para los que aún no nos conocen, en octubre del año pasado comenzamos en Polonia nuestra aventura de recorrer el mundo en motocicleta y descubrirlo con nuestros propios ojos, explorando no solo sus hermosos rincones y fascinantes culturas, sino que además, todos esos secretos de nosotros mismos que, de otra manera, no conoceríamos. Ahora nos encontramos en Valencia y ya han pasado tres meses desde nuestra partida, y si bien no hemos avanzado los kilómetros  planificados, las experiencias y aprendizajes no han estado ausentes.

En este tipo de aventuras no solo descubres un montón de cosas de ti mismo, sino que además – lo quieras o no – te hace cambiar y te das cuenta finalmente que ya no eres el mismo. Vivir estos matices de la vida te llevan a un estado de asombro permanente, descubriendo lugares maravillosos en donde, no solo te conectas con la naturaleza, sino que también conoces gente hermosa que te muestra la cara más pura del ser humano, su bondad.

Con mi novia Elerin concordamos en que Valencia encanta. La ciudad de la eterna primavera sorprende incluso en pleno invierno despertándote amablemente con sus rayos de sol que cruzan la ventana al amanecer y te recargan para comenzar el día con energía, algo que  extrañábamos viviendo en Polonia, en donde los inviernos son bastante más oscuros. Así es que agradecidos de este clima, no nos queda otra cosa que disfrutarlo mientras dure.

 

Riqueza cultural

Valencia es una hermosa ciudad con alrededor de 787 mil habitantes, situada en la costa mediterránea y a unos 200 kilómetros al sur de Barcelona. Fue fundada por los romanos en el siglo II A.C.  para luego ser ocupada por los musulmanes en el siglo VIII después de Cristo.  Su riqueza histórica, monumentos, espacios culturales y de recreación, la convierten en una de las ciudades más atractivas y turísticas de España, doblando su población en las épocas de mayor afluencia.

Famosos por la preparación de la paella valenciana (base de arroz, vegetales, carne de pollo y conejo), o por las naranjas y mandarinas que en plena temporada adornan las transitadas calles con un colorido especial, alegre y fresco que contrasta con la imponente arquitectura, Valencia  ofrece una abundante oferta cultural con variados eventos artísticos, conciertos, fiestas y tradiciones como las famosas Fallas, declaradas por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, y que oficialmente comienzan el último domingo de febrero con el acto del pregón.

 

Riqueza arquitectónica

Caminar y perdernos entre los barrios se convirtió en nuestra costumbre al momento de conocer ciudades. Basta con adentrarse en el casco antiguo de la ciudad para contemplar su belleza y diversidad arquitectónica como la Catedral de Santa María de Valencia, fundada en el año 1238,  la cual contrasta con edificios modernos y más futuristas como la famosa Ciudad de las Ciencias.

La variedad de estilos y diseños nos impresiona a cada paso mientras nos adentramos por  las calles angostas y llenas de vida contemplando edificios barrocos como el Palacio de Justicia, construido entre los años 1758 y 1802 en la época de Carlos III, o la construcción neoclásica de la plaza de toros de Valencia, que data del siglo XIX y que fue inspirada en la arquitectura civil romana.

El estilo gótico también está presente en las propuestas arquitectónicas de Valencia destacando el edificio de la Lonja de Seda (situado en la plaza del Mercado y en pleno centro de la ciudad) considerado una obra maestra del gótico civil valenciano y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996. Otro de los monumentos emblemáticos ubicadas al noroeste del casco antiguo son las Torres de Serranos,  construidas durante la última década del siglo XIV como una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla de la cuidad.

Entre toda esta mixtura arquitectónica abundante en historia y estilos, se encuentra el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias inaugurado en 1998 con un atractivo diseño contemporáneo de líneas abstractas y futuristas que dan la impresión de haber sido inspirados en ballenas o animales marinos. Gracias a las piscinas que rodean los edificios, dan un efecto espejo que completa las figuras y les dan su aspecto imponente.

Situada al final del antiguo cauce del río Turia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias hoy es una de las zonas más populares de la ciudad, con espacios recreativos abiertos a sus visitantes, restaurantes, museos y salas que proyectan películas educativas y documentales. Sin lugar a dudas, una visita imperdible si estás en Valencia… Gracias por acompañarnos en nuestra aventura alrededor de la vida.

 

 

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